Temores, Exigencias y Excelencia

Transformando el miedo en acción

El miedo es una emoción natural que todos los emprendedores enfrentan, en especial, las mujeres que desafían expectativas de género al iniciar sus propios negocios. Ya sea el temor al fracaso, al rechazo o a no estar a la altura, esta emoción puede convertirse en un obstáculo o en un motor para avanzar.

Pongamos un ejemplo de un caso inspirador, Sofía, una madre de 42 años que decidió lanzar su primera tienda online de productos artesanales. Pese a haber invertido meses en su preparación, sentía un pánico paralizante antes del lanzamiento. "¿Qué pasa si no vendo nada?", se preguntaba. Sofía eligió enfrentar su miedo con acción. Publicó su tienda y se enfocó en mejorar con cada venta. En lugar de percibir los comentarios críticos como fracasos, los transformó en guías para crecer.

¿Que podemos hacer para vencer ese miedo?
Aceptá el miedo, sentirlo no es debilidad, sino una señal de que estás saliendo de tu zona de confort, esto genera incertidumbre y es parte del camino del emprendedurismo.
Dá pequeños pasos, dividí tus objetivos en acciones más manejables para reducir la incertidumbre. Una tarea a la vez.
Encontrá apoyo acercandote a una red de emprendedoras que puedan ofrecerte consejo y motivación.
Inspirate en modelos a seguir, podés ver historias de mujeres que hayan superado barreras similares.
El miedo no desaparecerá del todo, pero actuar a pesar de él es lo que te llevará al éxito. Un día a la vez.

Exigirnos sin agotarnos. ¿Cómo encontrar el equilibrio?

La vida dentro del entorno emprendedor puede ser intensa, reuniones, plazos ajustados y decisiones constantes. Sin embargo, exigirte demasiado te llevará al agotamiento, debilitando tanto tu salud como tu negocio. Suele ser muy desafiante para aquellas mujeres que enfrentan expectativas de desempeñar múltiples roles personales.

Imaginemos a Carolina, una emprendedora de 35 años que buscaba equilibrar su negocio de repostería con el cuidado de su familia. Su día comenzaba a las seis de la mañana y terminaba cerca de la medianoche. Intentaba atender a todos sus clientes, sin importar horario e impacto en su energía. Un día, su cuerpo le pasó factura con un episodio de ansiedad. Fue entonces cuando Carolina decidió priorizar: aprendió a decir “NO” a proyectos que no se alineaban con sus metas y estableció límites claros en su jornada laboral.

¿Que estrategias podés aplicar y equilibrar tus exigencias?
Definí prioridades para categorizar tareas urgentes e importantes. Establecé límites. Aprende a delegar y rodearte de personas confiables que puedan apoyarte. Descansá, rendirás mejor. Incorporá pausas activas y tiempo de relax para recargar energías. Es imprescindible detenerte a observar el "Síndrome de la Superwoman". No necesitás hacerlo todo sola,  buscá apoyo. La productividad sostenible no se trata de trabajar más, sino de ejecutarlo con mayor eficiencia.

¿Conocés la matriz de Eisenhower? 
Es una herramienta de gestión del tiempo que ayuda a priorizar tareas según su relevancia. Te dejo algunos ejemplos prácticos para aplicarla.

• Urgente e importante: Responder un correo de un cliente clave que requiere una decisión inmediata. ¡Hazlo ahora!
• Importante y no urgente: Planificar tu estrategia de marketing mensual. ¡Agendá un tiempo para hacerlo!
• Urgente y no importante: Resolver un problema técnico que alguien más puede solucionar. ¡Delegalo!
• Ni urgente ni importante: Organizar tus fotos o archivos digitales. ¡No tenés que hacerlo ahora!

¿Te gustarían más ejemplos específicos para el área de tu emprendimiento? ¡Escribime!

Excelencia vs. Perfección

Toda emprendedora debe comprender la gran diferencia entre estas palabras. Buscar la excelencia es una virtud, confundirla con la perfección puede paralizar tus avances. La primera enfatiza la mejora continua y el aprendizaje a partir de los errores, en cambio, la perfección solo admite un desempeño impecable con tolerancia cero a equivocaciones.

Otro ejemplo claro es el de Evangelina, quien trabajaba en el desarrollo de su app de bienestar. Pasó meses puliendo cada detalle, convencida de que todo debía ser perfecto antes del lanzamiento. Finalmente, decidió lanzar una versión inicial con errores menores, pero funcional, esperando la reacción de los clientes. La retroalimentación de los usuarios le permitió mejorar con rapidez y asegurar el éxito del producto.
En contextos relacionados con género, muchas mujeres sienten la presión de demostrar que son “perfectas” y tener todas las aptitudes, antes de emprender. Este pensamiento puede ser un freno poderoso.

La evolución de emprendedora a empresaria exitosa requiere de superar miedos, gestionar exigencias y perseguir la excelencia con una visión clara. La fortaleza intelectual radica en mantener tu atención en lo que realmente importa.
Las barreras de género y las expectativas externas son reales, como así mismo también lo es tu capacidad para superarlas.

Te dejo algunos tip´s para perseguir la excelencia

• Aceptá el error como parte del proceso, una equivocación es una lección, una manera diferente de aprender que ese no era el camino. 
• Concentráte en el progreso, mejorar cada día, en vez de alcanzar la perfección. Un crecimiento del 1% diario al cabo de un trimestre habrás evolucionado un 100% más.
• Lanzá y evalúa. Presentá tus ideas al mundo, incluso si no están totalmente pulidas. El feedback es invaluable.
• Empoderá tu confianza, celebrá los logros alcanzados tan solo con mirarte al espejo y decir "lo logré" será importante. Rodeate de un entorno que valide tus esfuerzos.

El miedo se pierde cuando lo enfrentamos. Ser emprendedora no es solo crear un negocio, es equilibrar sueños y responsabilidades. Muchas veces el miedo no viene de la falta de capacidad, sino del peso de los roles impuestos

¡Aquí estás, lista para más! ¿Qué es lo que más te detiene en tu camino?

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Foto Pinterest | Denise Segarra